A todas nos ha pasado. Llegas a la casa después del trabajo, haces la cena y decides tomar un descanso. De repente levantas la cabeza y te das cuenta que has pasado dos horas viendo Instagram, Youtube o hablando por whatsapp. ¿A dónde se fue el tiempo? ¡No he podido hacer nada! Si la situación te parece familiar, cada día que pasa sientes que no tienes tiempo de hacer nada y las 24 horas del día no te son suficientes, quizás es importante que consideres crear tu propia política de uso del celular. Últimamente se habla mucho de cómo nos estamos haciendo adictos a estar pegados de nuestro móvil. Yo la primera. De hecho, por años he usado la excusa de que por mi trabajo como estratega de redes sociales y marketing digital, “tengo que” pasarme el día pendiente y revisando mis redes. Pero en realidad no es cierto, y lo único que resulta de revisar mi teléfono constantemente es que termino perdiendo horas valiosas de tiempo que podría distribuir mejor, para vivir mejor.